El análisis costo-beneficio de los sistemas tecnológicos debe comprender evaluaciones ambientales, sociales, económicas y políticas en un contexto cultural que no nada mas reconozca y proteja las múltiples diferencias, sino que promueva las alianzas por el bien común Eso incluye el reconocer que somos parte de una biodiversidad y debemos aprender a respetar para conceder a otros seres vivos el derecho de vivir conforme a su naturaleza, mas allá de los conceptos de uso tecnológico.
El análisis costo-beneficio de un sistema tecnológico requiere de información suficiente para:
- Definir la necesidad que le da origen.
- Determinar los objetivos del sistema.
- Explicar cómo satisface el sistema de origen, cuantificando los beneficios.
- Señalar los riesgos o problemas que pueden surgir o agudizarse si no se atiende la necesidad.
- Describir cómo funcionará el sistema.
- Saber cuáles son los beneficios que aportará.
- Prever los problemas o riesgos ambientales y sociales que puedan presentarse como consecuencia del sistema.
- Analizar si el sistema mejorará o no la situación de origen.
- Estimar todos los costos: económicos, sociales y ambientales que representaría una falla en el sistema.
- Cuantificar los beneficios económicos generados por el sistema y el numero de personas los recibirían.
- Detallar un cronograma para su implementación.
- Examinar la sustentabilidad del sistema e indicar cuanto tiempo se espera que permanezca operando.
- Identificar factores externos necesarios para la viabilidad del proyecto como la aprobación de los interesados o la promulgación de reformas legislativas.
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